Esta crema se puede tomar tanto templada como caliente. No lleva ningún ingrediente frito y está libre de aceites y de gluten.
A mi me gusta añadirle un poco de mantequilla de coco o crema de coco, pero sólo para darle un ligero sabor a coco (se puede sustituir por una cucharadita de aceite de coco), en todo caso no es necesario ni la mantequilla ni el aceite.
El jengibre que utilizo en esta receta es en polvo, normalmente con 1 cucharadita sería bastante, pero no hay ningún problema en que le añadas más si eres de los que amas el jengibre.

Ingredientes
- 5 zanajorias peladas (no son eco)
- 1 rodaja de calabaza grande
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 1 patata mediana
- 300 ml caldo vegetal
- sal y pimienta negra
- 1 cucharadita de cúrcuma
- 1 hoja de laurel
- 1 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
- 1 cucharada de crema de soj
- 1 cucharadita de crema de coco (o 1 cuchardita de aceite de coco) pero no es imprescindible
- 2 cucharadas de semillas de calabaza tostadas
- 2 cucharadas de levadura nutricional.

Preparación
- Troceamos las zanahorias, la calabaza, la patata, el ajo y la cebolla y añadimos todo a la olla.
- Incorporamos el caldo vegetal, el laurel, el jengibre, la cúrcuma, la sal y la pimienta.
- Cocemos a fuego lento durante 15 minutos.
- Quitamos el laurel y añadimos la crema de soja y la crema de coco. Trituramos hasta obtener una crema con una textura fina. Rectificamos de sal si hiciera falta.
- Si queda muy espeso se puede añadir un poco de caldo vegetal o leche de soja.
- Servimos con semillas de calabaza tostadas por encima.
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